El manejo del paciente diabético consiste en lograr que éste conozca su enfermedad para controlar la misma y evitar sus complicaciones. Hay cuatro elementos necesarios en un buen control de la diabetes. El primero es que el paciente esté bien educado, conozca lo que debe ingerir, realice actividades físicas de manera regular y siga las instrucciones de su médico en cuanto a los medicamentos a tomar. En esta época, el manejo del paciente requiere de la integración de estos cuatro elementos. De esta manera, se construye el edificio sobre el que se va a sustentar el cuidado de esta condición.
Muchas veces, preguntamos al paciente sobre lo que está haciendo para controlar su diabetes. Pocas veces, le escuchamos hablar de que está llevando una actividad física moderada en forma consistente. La falta de tiempo, el clima, la artritis y otras condiciones son las razones que nos suelen adelantar para justificar su conducta.
Está demostrado, con estudios científicos, que si una persona se somete a una rutina diaria de entre 30 a 45 minutos por 5 días a la semana, los niveles de azúcar en la sangre disminuyen. También, se conoce del efecto beneficioso sobre la hipertensión, la depresión y la artritis que la actividad física tiene. Al ejercitarnos, el organismo produce una hormona llamada endorfina que nos produce una sensación de placer una vez finalizamos la actividad. Sabemos también que cuando estamos acostumbrados al ejercicio y lo suspendemos nos sentimos mal. Esto, se debe a que el cuerpo se ha acostumbrado a la actividad física y esta le hace falta.
Para estar saludables no hay que alcanzar el peso que teníamos cuando jóvenes. Basta con perder 5 a 10 kg. (10 a 20 lbs) para que encontremos beneficio en la actividad física.
Pero antes de comenzar a ejercitarse las personas mayores de 40 años que no están acostumbrados a la misma, deben visitar a un cardiólogo para que se determine la intensidad de actividad física tolerable por la persona. Las personas diabéticas son en su gran mayoría mayores de 50 años, por lo que deben visitar al cardiólogo antes de iniciarse en la nueva rutina.
Una vez hecho esto, la persona puede escoger el tipo de actividad física que más le guste.
Es bueno recordar que se debe escoger un lugar seguro, una hora en la cual el sol no esté muy caliente y hacer la actividad física a nuestro ritmo. La actividad física, puede variar desde caminar, bailar y hasta realizar aeróbicos. Cualquier cosa que mueva el esqueleto y sus músculos es buena.También, es bueno recordar la hidratación adecuada. Aquellas personas que utilizan insulina, deben inyectarse la misma en la piel del abdomen cuando se va a hacer una actividad física. Si se la inyectan en los muslos o brazos puede haber un aumento en la absorción de la insulina y tener un bajón de azúcar. También, es bueno hacer una merienda antes de la actividad o realizar la misma después de la cena (en lugar de ver televisión).